“TRASTORNOS
DE ANSIEDAD EN LA NIÑEZ”
MONOGRAFÍA DE LA INVESTIGACIÓN
La
ansiedad es un tipo de mecanismo de defensa, que se presenta como una
preocupación o miedo, que es consecuencia de muchas situaciones en las que
vivimos, desde que tememos al fracaso, al rechazo, a la burla; o tan simple
como saludar a una persona que recién conocemos, darnos cuenta de que nos
podemos enfermar de gripe; pero en personas que
padecen “Trastornos de ansiedad” es diferente, con frecuencia sienten
una preocupación intensa, excesiva y persistente, ante demasiadas situaciones,
en las cuales no existe un estímulo claro, que de alguna manera ponga en peligro
a la persona.
Todas
las personas en algún momento de su vida sufren de ansiedad, pero es muy común
que no se den cuenta, asumiendo como síntomas; tensiones musculares, cansancio,
fatiga, dolores de cabeza en lo más común.
Atendiendo a tres cuestiones planteadas autónomamente; ¿qué
sucede cuando la ansiedad en los niños es muy frecuente?, ¿cuáles son los
diferentes trastornos de ansiedad en la niñez? y ¿cómo intervenir a estos niños?
nos embarcamos a encontrar las respuestas en textos confiables.
La
presente monografía ha sido redactada, estructuradamente, con el nacimiento de
las tres preguntas expuestas en el párrafo anterior, que serán abordadas cada
una en un capítulo, al final se plantearán conclusiones por capítulo para
finalizar.
El objetivo de esta monografía
es la construcción de aprendizajes con la integración de experiencias. Con el
fin de obtener herramientas autóctonas
para en un futuro desenvolvernos indistintamente con conocimientos propios.
La ansiedad ha estado
presente siempre, en las características innatas de los hombres, notablemente
antes no existía un estándar tan desarrollado de la ciencia para que pueda
estudiarla.
“El siglo xx ha sido
calificado como “la época de la ansiedad”. Pero en realidad el interés en el
miedo y la ansiedad es tan viejo como la humanidad misma. El concepto de miedo
se halla claramente representado en los jeroglíficos del Egipto antiguo y en la
Biblia – así como en los escritos de los
filósofos griegos y romanos – encontramos frecuentes alusiones a él” (Spielberger,
1979)
Generalmente la ansiedad se
caracteriza por la evitación de situaciones específicas, lugares o estímulos,
pero también se puede observar en situaciones de indecisión y por ejemplo, irresponsabilidades.
La ansiedad es un mecanismo
de defensa, que se expresa en un conjunto de sentimientos de miedo, inquietud,
tensión, preocupación e inseguridad que experimentamos ante todas las situaciones que consideramos
amenazantes.
A causa de la ansiedad, se
presentan síntomas físicos, como dolores de cabeza, dolor abdominal, náuseas,
vómitos, diarrea, tensión muscular, entre otros.
1.
Ansiedad y miedo
La ansiedad se puede
confundir con el miedo, pero existe una discrepancia, el miedo se produce en
representación de un estímulo, por ejemplo, el miedo ante un desastre natural,
ante un animal en donde nos sentimos amenazados, nuestro instinto despliega dos
mecanismos, los cuales son, bien enfrentarlo o huir. La ansiedad se produce sin
la presencia de un estímulo, por ejemplo, un trauma ocurrido en el colegio,
recordado por el niño, el cual evitará
regresar al lugar del trauma, porque ese lugar le produce incomodidad.
La presencia física del estímulo no es necesaria.
2.
La ansiedad como trastorno
Todas las personas en algún
momento han padecido ansiedad en sus diversas formas, por lo tanto es común,
porque es natural la preocupación en las personas, además, interpretando desde
un enfoque positivo, la ansiedad beneficia en el aspecto actitudinal, pues nos
coloca en una posición precavida. Pero cuando la ansiedad salta sus parámetros,
la situación cambia, pues ahora, no estaríamos hablando de solamente de algo
común, sino de una anomalía, como es un “Trastorno
de ansiedad”, el cual se presentará en una gama de síntomas ansiosos, muy
frecuentes y exagerados.
3.
¿Qué es un
trastorno de ansiedad?
Un trastorno de ansiedad se
manifiesta de la siguiente manera.
Es la interpretación de la
figura del pensamiento, que tenemos exagerada, presentándose con gran intensidad
y mayor frecuencia en la aparición de miedo, preocupación y vergüenza.
Todos los trastornos de
ansiedad comprenden una anticipación de la amenaza, que puede tener las formas
de preocupación, expectación ansiosa, o pensamientos negativos. (Rapee, 2016)
1.
Tipos de trastornos de ansiedad
a) Trastorno por ansiedad específica o
fobia social
Para
introducirnos a este trastorno, debemos tener con seguridad la diferencia entre
las acepciones de miedo y fobia. Según
James L. Jacobson y Alan M. Jacobson indican:
“El
temor es una reacción psicológica y fisiológica normal a una amenaza o peligro real,
o la anticipación a una amenaza o peligro real. La fobia es un grado excesivo y no razonable de temor
desencadenado por la exposición o por la anticipación aun objeto específico o a
alguna circunstancia. Las personas con fobias especificas se dan cuenta que su
nivel de temor es excesivo, pero tratan de evitar cualquier exposición al
objeto o circunstancia temidos. Estos intentos de evitación y la ansiedad que
resulta cuando la evitación es insatisfactoria causan perturbación
significativa en el funcionamiento normal.” (Jacobson, 2002)
Se
llama fobia específica a la presencia del miedo intenso y a la evitación de
ciertos estímulos y situaciones particulares, tanto el miedo como la evitación
interfieren en la escuela y su vida social del niño, el niño no reconoce la
irracionalidad de sus miedos y aun así no puede evitar sentir ansiedad, los estímulos
y situaciones más comunes que podemos desarrollar fobias son:
Fobias frecuentes
Tipo animal
•Insentos
•Serpientes
Naturaleza
•Tormentas .
•Alturas
•Agua
Situacional
•Conducir un vehiculo.
•Tùneles
•Puentes
•Alturas
•Volar
•Elevadores
Sangre/lesiòn
•Inyeccion/extraciòn
de sagre.
•Observar sangre.
•Observar a una persona
lesionada.
Un claro ejemplo que
padecen los niños es la fobia escolar, que consiste en un temor irracional de
ir a la escuela.
Existen varias causas; por ejemplo, un maestro muy duro o
rígido, acoso verbal o físico, entre otros. Produciendo un ausentismo en la
escuela por parte del niño. Este trastorno también tiene una relación estrecha
con el trastorno de separación, producido por el miedo a separarse de sus
padres.
b) Trastorno por ansiedad de separación
Miedo o preocupación excesiva, que presenta el niño, al
separarse de sus seres más vinculados, padres. Notablemente una situación donde
el niño se sienta así es cuando se separa de sus padres, por causa de la
escuela, un viaje, porque cree que no los va a volver a ver. Prosiguiendo, el
niño cede su manifestación al darse cuenta de que su interpretación es
irracional.
No es una anomalía entre los 3 a 5 meses, pues con el
tiempo va desapareciendo, específicamente entre los 4 a 5 años. Prácticamente
está descartado para adolescentes, pero no es absolutamente cierto, porque
existen adolescentes que presentan este trastorno, pero son una minoría.
Los niños con ansiedad presentan características comunes.
- Preocupación de separarse de sus vínculos.
- No querer estar solo.
- Pesadillas sobre separación, (raptos, accidentes,
pérdidas).
- Predisposición negativa para ir a la escuela, visitar
nuevos lugares, quedarse solo.
- Temor a ser secuestrado o herido, o que el sujeto de
vinculación, sea herido causando la separación.
- Síntomas físicos, como dolor abdominal, insomnio,
vómitos, cefaleas, nauseas, palpitaciones, temblor, vértigos, lipotimias,
etcétera.
c) Trastorno por ansiedad social
“La fobia social es una forma de fobia diferente de las
fobias específicas, en la cual un individuo tiene temor excesivo y persistente
de una situación social dada donde él podría estar expuesto al estudio de otras
personas. La exposición o la anticipación de la situación temida causa una
respuesta de ansiedad notable, y el individuo evita aquellas situaciones o las
soporta con malestar significativo. La persona suele reconocer que el temor es
excesivo. Los intentos de evitación, la ansiedad o ambos perturban el
funcionamiento social u ocupacional.” (Jacobson, 2002)
En otras palabras, el niño siente vergüenza exagerada y
como un mecanismo de defensa usa la
evitación a las situaciones donde exista la probabilidad de ser humillado.
Notablemente el pensamiento es una interpretación exagerada del afectado, para
él, comer, salir a una fiesta, hablar en público, escribir delante de otros o
utilizar el baño. Otra teoría es que el niño piense que los demás poseen una
imagen negativa de él, por lo cual desataría una malinterpretación y vergüenza
irracional exagerada.
Los niños que padecen este trastorno, poseen cualidades
como, no poseer muchos amigos, son tímidos, evitan muchas situaciones sociales.
En consecuencia los niños que padecen el trastorno,
descuidan los estudios, se aíslan de la sociedad, son propensos a encontrarse
con problemas de drogas, etcétera.
En la actualidad la gran manifestación de estímulos
refuerza el agravio de este trastorno, computadoras, celulares, videojuegos,
crea una tendencia a conformarse con los ciber-amigos, a través de las redes
sociales.
d) Trastorno por ansiedad generalizada
“La ansiedad y la preocupación son respuestas habituales
que se experimentan con el estrés de la vida diaria. Todos nos preocupamos en
ocasiones acerca de diversos aspectos de nuestras vidas, en particular lo
desconocido o lo novedoso. Esto es absolutamente normal. Sin embargo, cuando la
preocupación y la ansiedad son el método predomínate para la vida esto ya no es
normal. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada experimentan
niveles excesivos de ansiedad y preocupación la mayor parte del tiempo y tienen
gran dificultad para controlar su preocupación. El nivel excesivo de ansiedad
que experimentan causa perturbación significativa y a menudo altera su
capacidad para funcionar en diversas áreas de su vida (como las sociales y
ocupacionales).” (Jacobson, 2002)
Este trastorno se presenta en el niño como una tendencia
a preocuparse por un gran conjunto de estímulos, situaciones, interpretadas
notablemente en forma negativa. Preocupado por ejemplo, en guerras, tareas,
rendimiento deportivo, la familia a que sufra un accidente, etcétera.
La evidencia más comprensible, son aquellos niños que
están preocupados por la puntualidad, tareas, su futuro, de una manera excesiva,
llamados a estos hiperesponsables. Padecen la exclusión de sus compañeros por
su calidad de ser diferentes, en su forma de comunicación, comportamiento,
actitud, etcétera.
e) Trastorno por estrés postraumático
A causa de un trauma, el niño recuerda involuntariamente
un trauma, en donde el padeció o fue testigo.
Este personaje evitará de muchas maneras toparse con
cualquier estímulo (lugar, objeto, persona), que le recuerde al trauma.
Al padecerlo expresa síntomas como agitación,
agresividad, pánico, pesadillas, hipervigilancia, exagerando toda
interpretación.
Este trastorno se relaciona con otros trastornos. Para
ser más específicos con las fobias sociales, fobias específicas.
INTERVENCIÓN FAMILIAR Y SOCIAL
Cada
trastorno de ansiedad tiene diferentes síntomas, pero todos los síntomas se
agrupan alrededor de un temor o pavor irracional y excesivo, en los niños se
suelen presentar con nerviosismo, temor, molestia, irritabilidad.
Teniendo
en cuenta esto, mencionaremos una
recopilación y algunas ideas adaptadas que podemos utilizar para controlar la
ansiedad en los niños.
Dentro
de las formas de actuar frente a la ansiedad surgida en un niño, nosotros los
adultos como; padres, tutores, maestros, hermanos mayores y demás debemos.
1.
Entender y saber escuchar al niño que presenta ansiedad, indagando el porqué de
ésta, pues sucede que muchas veces los adultos cometemos el error de increpar
al niño por su conducta de ir al baño en las noches, por no querer acercarse o
ir a la escuela, etcétera. Sin enterarnos la situación vivenciada que le causó este
malestar. El saber escuchar, es una actitud que propiciara tranquilidad,
confianza y seguridad en el niño.
2.
Evitar las minimizaciones o
descalificaciones de la situación ansiosa vivenciada por un niño, ya que
para éste resultará muy atemorizantes hechos como la oscuridad, el perro que
ladra, el pelotazo que le cayó, etc. A comparación del adulto que muchas veces
no le concede la importancia debida a ese temor surgido en el niño a causa de
un evento ansioso.
3.
Evitar la culpabilizarían. Esto implicaría no atribuir toda la responsabilidad
de la situación problemática al niño, generando de este modo más angustia e
incapacidad para que el menor afronte la situación. Lo correcto es actuar con
calma y tranquilidad si la situación no lo amerita.
5. Ayudar a objetivar las situaciones. La
ansiedad implica una tendencia a sobrevalorar las amenazas e infravalorar los
recursos. Podemos ayudar a analizar de forma más objetiva y realista la
situación para animar al niño a hacer frente a la misma, en lugar de sobreprotegerlo y corroborar sus miedos
desproporcionados.
6. Animar
al niño a enfrentar progresivamente sus miedos a las situaciones o
circunstancias que los ocasionan. (vamos tu puedes, eres valiente, yo sé que lo
lograras lo intentaremos más tarde, etc.)
7. Reforzar los avances que se van
consiguiendo (alabanzas, elogios, felicitaciones) y sobre todo demostrar satisfacción por los esfuerzos
realizados.
La respiración
Existen
tres tipos de respiración:
La respiración torácica: Se caracteriza porque el aire entra y sale por los
pulmones, se observa
que el pecho se hincha al absorber el aire.
La respiración abdominal o
diafragmática: Se caracteriza por que el
aire entra y sale de loa pulmones por consecuencia del movimiento ascendente y
descendente del diafragma. En esta se eleva la zona del abdomen cuando
respiramos.
Respiraciones mixtas: Se caracteriza principalmente porque es una combinación
de movimientos torácicos y diafragmáticos, con posible predominio de uno u
otro. Se elevan el tórax y el abdomen cuando respiramos de este modo.
Pero
la respiración que es más útil como estrategia de relajación es la respiración
con el diafragma, a continuación, nos centraremos en esta respiración
Se
le debe enseñar al niño a respirar en forma pausada y profunda llevando el aire
al abdomen para aumentar la capacidad pulmonar y por ende la cantidad de
oxígeno, luego se sostiene el aire durante unos 3 o 4 segundos y se lo deja
salir de forma suave. Tan pronto se realiza la respiración abdominal el ritmo
cardíaco disminuye.
Pautas
para aprender a practicarla
la
única desventaja de esta respiración es que no todos los niños podrán
entenderla, debido a esto les proporcionaremos algunas estrategias para que el
niño pueda ejecutar :
INTERVENCIÓN
PEDAGÓGICA
El
niño con ansiedad en ocasiones no es atendido, pues se ignora la gran
repercusión que pueda causarle. Es así que desde un espacio como la escuela,
donde el niño forma su segunda personalidad, la intervención docente es casi
indispensable. Entonces el maestro debe tener en cuenta algunas sugerencias y
manejar algunas herramientas.
Adaptación pedagógica









Actitudes del docente
Creatividad: Proporcionar elementos llamativos, el niño desarrolla
gran interés.
Flexibilidad: Atento a las señales que el estudiante emita,
interpretarlas y adaptarse a ellas.
Respeto: El niño debe sentir, que el docente tiene el deseo
sincero de ayudarle, unido al respeto y aceptación de su persona, con sus
dificultades y fortalezas. De esta manera será visto como un ejemplo y como una
figura de autoridad que desea su bienestar.
Exigencia: Debe de exigirse profesionalmente el mismo, como también
al alumno.
Alegría: Buen humor, debe reflejarlo al grupo que dirige,
llenándose de satisfacción por los logros de los niños.
Primera
conclusión: La ansiedad ha existido siempre en la vida de los hombres y se
evidencia en la cultura transferida de nuestros antepasados a nosotros, como
por ejemplo las pinturas rupestres. Hoy en día poseemos los conocimientos para
poder interpretarla y así emplearlo en la vida diaria gracias a la evolución de
la ciencia, sin embargo existen demasiadas dudas aun sobre este tema. Lanzando
una visión hacia el futuro como maestros, conocer esto nos permitirá tener una
percepción más certera de alguna situación que padezca uno de nuestros
estudiantes.
Segunda
conclusión: Los trastornos de ansiedad poseen una característica en común, la
irracionalidad. Las personas normales presentan ansiedad como miedo, se preocuparse
de situaciones reales, por lo cual estas poseen un argumento racional para
estar ansiosas. En cambio las personas con un trastorno de ansiedad tienen
miedo a situaciones que podrían suceder cotidianamente, pero su interpretación
a este estímulo es exageradamente negativa. Como maestros en el futuro nuestra
labor se reduce a solo identificar estos problemas en nuestros alumnos y
reportarlos con sus padres y especialistas respectivos (psiquiatras), por ser
casos delicados que escapan de nuestras manos.
Tercera
conclusión: el factor familiar y social, pedagógico, son de gran repercusión en
el desarrollo o inhibición de la ansiedad, por ser estos muy vulnerables y
dependientes, ellos de alguna forma indirecta o directa pueden ser atendidos,
pero solo de una forma diagnosticada, planificada, organizada y ejecutada
debidamente.
Bibliografía
Jacobson, L. J. (2001). Secretos de la Psiquiatria
(Vol. II). México: Mc GRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES S.A. de C.V.
Rapee, R. M. (2016). Trastornos
de Ansiedad en Niños y Adolecentes: Naturaleza, Desarrollo, Tratamiento y
Prevención. (S. M. Irarrázaval M, Ed.) En Rey JM.
Spielberger, C. (1979).
Tensión y Ansiedad. Holanda: Multimedia Publication, Inc.
https://www.aepap.org/sites/default/files/ansiedad_0.pdf
http://www.scielo.edu.uy/pdf/adp/v77n1/v77n1a08.pdf
https://scp.com.co/wp-content/uploads/2016/04/1.-Trastornos-ansiedad-1.pdf
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